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Foto del escritorLéon LB

"COMO DOS EXTRAÑOS"

HISTORIA DE UN AMOR DESTROZADO





Tango 1940

José María Contursi - Pedro Laurenz


Primera grabación


Otras interpretaciones


Interpretación bailada




Para una información sobre la génesis de este tango, léase la interesante crónica de Nestor Pinsón y Ricardo García Blaya en TodoTango : "El motivo que inspiró "Como dos extraños", en parte resumida aquí.


Creado en 1940 con la voz de Juan Carlos Casas y la orquesta de Pedro Laurenz, grabado en 1961 con Floreal Ruiz y la orquesta de José Basso, este tango caerá en el olvido con el declive del tango en los años 1960, debido en parte al entusiasmo de la juventud por la música de otras tierras, principalmente el rock.

En 1989, fue Roberto Goyeneche, con la formación de Néstor Marconi, quien le hace revivir, seguido por Adriana Varela, dando lugar a una difusión extraordinaria y una gran cantidad de interpretaciones. Este tango fue emblemático del renacimiento del tango a partir de los años 1990 (lo que justifica este pequeño desarrollo histórico).

Sobre la melodía que le dio Pedro Laurenz, José María Contursi, fiel admirador de Troilo cuando tocaba en el cabaret Marabú, se inspiró en una anécdota singular: pasión amorosa entre un empleado del cabaret y una linda colega, pasión que un día se acabó brutalmente con la irrupción del marido de esta última, que la arrancó definitivamente de su idilio. Dos años después, el muchacho la encontró detrás de un mostrador de tienda, sorprendentemente estropeada físicamente y apagada.


Citemos a los autores de la crónica acerca del enfoque poético de José María Contursi a partir de esta historia:

" Contursi escuchó la historia del propio damnificado. No necesitó, de príncipes ni princesas, sólo recurrió a dos personas muy sencillas para que brotara su inspiración, y escribió una letra carente de recursos melodramáticos, sutil y sugerente. Pero a nuestro entender, se debe una aclaración, los versos no reproducen la historia de modo lineal, ni de cerca pretenden copiar esa relación, sino que el relato actúa únicamente como disparador del tango. No hay, entonces, una desilusión por el aspecto de la mujer, sino un desenlace más espiritual, de dolor e impotencia, que involucra a los dos amantes, en un encuentro convertido en desencuentro, el final de la pasión y la frustración que siempre produce la imposibilidad de volver hacia atrás.

Es, sin duda, una visión mucho más romántica y poética, una constante de toda su obra, algo similar a lo que nos sugiere Alfredo Le Pera con su inolvidable “Volvió una noche”."


Sobrepasando ampliamente la anécdota que lo inspiró, el poeta canta el tema clásico de una separación amorosa dolorosa y de la búsqueda de un retorno, con sencillez y delicadeza.

Subrayemos el uso de "acobardar", verbo con un significado sutil, y en el último verso la esperanza de un retorno salvador.


Me acobardó la soledad

y el miedo enorme

de morir lejos de ti...

¡Qué ganas tuve de llorar

sintiendo junto a mí

la burla de la realidad!

Y el corazón me suplicó

que te buscara

y que le diera tu querer...

Me lo pedía el corazón

y entonces te busqué

creyéndote mi salvación...



Luego evoca, en el estribillo que se repetirá al final, de manera alusiva y distante, el desastroso encuentro entre los antiguos amantes.

Y si no supiéramos la historia que inspiró esta canción, ¿cómo podríamos interpretar los primeros cuatro versos? ¡Es, por otra parte, un ejemplo interesante de la prudencia que exige toda exégesis de poesía, cuando no hay otra indicación esclarecedora!

¡Así pues, la sutileza y el carácter sibilino de la alusión al encuentro podrían habernos escapado, y "el tiempo cambia tanto las cosas" podría haber sido visto como un truismo!

En cambio, los cuatro versos siguientes son una hermosa formulación poética de sentimientos frecuentes en el dolor de amor, comprensibles sin clave de lectura.


Y ahora que estoy frente a ti

parecemos, ya ves, dos extraños...

Lección que por fin aprendí:

¡cómo cambian las cosas los años!

Angustia de saber muertas ya

la ilusión y la fe...

Perdón si me ves lagrimear...

¡Los recuerdos me han hecho mal!


En la última estrofa no hay sutilezas de interpretación del texto. Pero se puede observar que el segundo verso podría entenderse como la indiferencia de la mujer amada reencontrada, justificando la aniquilación del protagonista. Esto no concuerda con la historia evocada: la mujer detrás de su mostrador conversaba probablemente con sus clientes, contenía su emoción al ver a su antiguo amante…

Los "fantasmas" se pueden comparar con el "espectro" en Volvió una Noche", tango de Alfredo Le Pera mencionado más arriba.



Palideció la luz del sol

al escucharte fríamente conversar...

Fue tan distinto nuestro amor

y duele comprobar

que todo, todo terminó.

¡Qué gran error volverte a ver

para llevarme destrozado el corazón!

Son mil fantasmas, al volver

burlándose de mí,

las horas de ese muerto ayer...












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