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Foto del escritorLéon LB

¿Qué quería decir Discépolo en el tango Malevaje?

Actualizado: 13 ene 2023

En mi libro "Poesía de luna y tango" (véase sección Libros en este sitio) se presenta el tango Malevaje, con una exégesis detallada en la sección Antología (pp. 369 a 372). Sin embargo, algunos interesantes debates e investigaciones después de la publicación del libro (julio 2021) me llevan a profundizar, matizar y completar mi análisis inicial. Primero recuerdo aquí la letra y parte de los comentarios del libro (con algunos pequeños cambios) antes de intentar una exégesis más profunda.


Juan de Dios Filiberto era un músico de gran talento, inspirado por las músicas del campo argentino, pero escribió también tangos, en una búsqueda de síntesis entre los dos géneros.

Malevaje, creado en 1928, es considerado como su mejor tango, siendo la letra de Enrique Santos Discépolo (en los primeros años de su carrera excepcional).

Malevaje fue estrenado por Azucena Maizani en la obra "Fiesta del Tango" en el teatro Astral de Buenos Aires, también fue ella quien realizó la primera grabación.

Algunas otras interpretaciones notables: Carlos Gardel - Edmundo Rivero - Roberto Goyeneche - Hugo del Carril.


Es una historia sorprendente en su época (1928), cuando los delincuentes y compadres eran muchos, activos, y peligrosos, sorprendente porque se trata aquí de nada menos que un "malevo" que está enamorado de una mujer, tanto como para temer que la muerte le impida satisfacer su deseo, ¡lo que le conduce a evitar las peleas y a perder su fama de cara a los demás guapos (el "malevaje")!

Discépolo se aventura mucho más lejos en la imaginación poética que José González Castillo cinco años atrás con "Sobre el pucho", hasta contar una historia a primera vista poco verosímil.


Parte A – "Decí, por Dios … en tu corazón"

Se dirige a la muchacha para decirle cuanto ha cambiado por ella, que no se reconoce a sí mismo, y los demás maleantes (el "malevaje") no entienden que le pasa, está perdiendo su fama de valentón ("perdiendo el cartel de guapo"). Se queja de estar encerrado ("embretao") y hasta encadenado ("maniao") en su corazón.


Decí, por Dios, ¿qué me has dao,

que estoy tan cambiao,

no sé más quién soy?

El malevaje extrañao,

me mira sin comprender...

Me ve perdiendo el cartel

de guapo que ayer

brillaba en la acción...

¿No ves que estoy embretao,

vencido y maniao

en tu corazón?



Parte B – "Te vi pasar … hincarme a rezar"

En el estribillo el personaje empieza a explicar aquella desorientación. ¡Es simplemente que el postín y la sensualidad de la chica cuando la ve pasar le ponen loco de deseo, hasta perder el sentido y las ganas de pelear ("el ansia e guapear")! Ya no le queda nada ("ni el pucho en la oreja") de su pasado violento (“malevo y feroz"), y se burla de si-mismo imaginándose ¡de rodillas en una iglesia ("ir a misa e hincarme a rezar")! En términos de tauromaquia, se diría que ¡se puso manso! Notemos que Discépolo se atreve a una paradoja: ¡la misma virilidad que le impone un deseo loco hacia la mujer le quita el coraje de matón y el instinto de combate!


Te vi pasar tangueando altanera

con un compás tan hondo y sensual

que no fue más que verte y perder

la fe, el coraje,

el ansia ‘e guapear.

No me has dejao ni el pucho en la oreja

de aquel pasao malevo y feroz...

¡Ya no me falta pa› completar

más que ir a misa e hincarme a rezar!



Parte C – "Ayer, de miedo a matar … no sé más quien soy"

E insiste con el tema, hasta el inverosímil “me puse a correr”, pero lo explica: teme de no satisfacer su deseo si, al pelear, termina en la cárcel ("a la sombra") o muerto (“finao”), ¡y esto le lleva a llorar de angustia por la noche!


Ayer, de miedo a matar,

en vez de pelear

me puse a correr...

Me vi a la sombra o finao;

pensé en no verte y temblé...

¡Si yo, -que nunca aflojéde

noche angustiao

me encierro a yorar!...

Decí, por Dios, ¿qué me has dao,

que estoy tan cambiao,

no sé más quién soy?



Las comprensiones posibles de este texto se pueden clasificar en 3 grados:

  • Grado 1: Se comprende tal como se lee,

  • Grado 2: Detrás del significado directo se percibe una mirada del autor más bien alusiva, crítica, de burla, de caricatura, en una visión u opinión implícitas sobre el personaje del guapo y sus circunstancias,

  • Grado 3: Se adivina o se supone, más allá de la comprensión de grado 2, una alusión a personajes o circunstancias mucho más amplias y/o lejanas, algo como una parábola.


Sería de grado 1 una interpretación que afirmara que se trata de un guapo que, a pesar de su coraje viril, se achica frente a la mujer amada: nada sorprendente dado que, en la historia, hay ejemplos en hombres de mucha mayor potencia política o cultural (en una discusión sobre este tema, fueron mencionados los nombres de Aristóteles y Napoleón entre otros).


Es de grado 2 el comentario de Sergio Pujol en su libro "Discépolo - Una biografía argentina" (Planeta 2017 p. 158-159):


"No es una letra machista, como se podría deducir de una lectura superficial.


"Malevaje" ridiculiza el código del coraje, que resulta anacrónico en la cultura urbana de finales de los años 20, y por momentos pareciera satirizar la poética del cuchillo, esa epopeya suburbana que florecía en los años de Yrigoyen y que tendría su culminación en algunos textos de Jorge Luis Borges.

………...............................

Filiberto vio las cosas de otra manera. Para él, su tango era la expresión del varón porteño, más allá de los desencuentros. Entrevistado por La Nación en marzo de ese año, explicó la génesis de la pieza desde una perspectiva musical que contemplaba el sentido descriptivo de la letra, según su propia interpretación, sin mencionar a Discépolo: "Quise darle la nota fuerte del hombre del suburbio, un carrero, pongamos por caso, que espera la mujer que lo ha citado, parado en una esquina, y el tiempo pasa y no viene y comienzan las sospechas y los celos y empieza a sufrir, pero como es hombre y malevo, no llora sino que ruge, como he querido que rujan sus notas." Pero en manos de Discépolo el rugido del guapo de Filiberto se había convertido en un sollozo. En definitiva, aquel guapo tenía mucho de caricatura."



Es de grado 3 otra parte de la interpretación de Sergio Pujol:


"La crisis de identidad, tópico infaltable en la obra discepoliana, no se limita a los guapos como especie en extinción, sino que participa de los interrogantes comunes al periodo de entreguerras y los desplazamientos irreversibles causados por la modernidad. La víctima de esa crisis será, finalmente, el "hombre de la calle", engranaje de las nuevas maquinarias del siglo."


Es también de grado 3 esta interpretación de Alberto Julián Pérez en su artículo "Las letras de los tangos de Enrique Santos Discépolo":


"Discépolo compondrá algunos tangos más con letras cómicas, que mucho gustaron a los oyentes. En 1929 escribe “Malevaje”, con música de Juan de Dios Filiberto. “Malevaje” cuenta una historia antiheroica. En ella se burla del honor y el rito del coraje del mundo criollo. El gaucho al emigrar a la ciudad se había transformado en el compadre. Este último trató de instaurar en el suburbio el mito del coraje y se hizo malevo. Discépolo cuenta la historia cómica y grotesca del malevo enamorado que se vuelve blando y afeminado al depender de una mujer."



Mi opinión actual, en síntesis


Mi exégesis inicial recordada más arriba se situaba entre los grados 1 el 2, al expresar sorpresa e interrogaciones acerca de varios versos, pero sin introducir ninguna hipótesis de cómico o de caricatura.

Teniendo en cuenta los comentarios de los autores citados (de los que no disponía al escribir mi libro), me parece claro hoy que se trata de una forma de burla, algo como una caricatura alegórica, también se podría hablar de un panfleto satírico, en la tradición del "grotesco rioplatense" en el que Discépolo estaba metido pocos años antes, siguiendo los pasos de su hermano Armando, el gran dramaturgo del género.

Por supuesto, aquel malevo podía enamorarse, pero imaginar que llegara hasta escaparse corriendo de una pelea y llorar por la noche es de índole grotezca.


Así pues, opino que se debe evitar la interpretación directa (véase grado 1 más arriba), porque los personajes son tremendamente diferentes. Aquel guapo era una especie particular, más bien primaria y casi bestial, lo que no eran en absoluto los personajes históricos evocados, especialmente en su relación con las mujeres.


El otro extremo en la interpretación (grado 3) es atractivo, y lo respeto siendo que viene de autores de referencia. Sin embargo, me atrevo a considerarlo como una conjetura sociológica un poco audaz.


© 2023 Léon Lévy Bencheton

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